Entrevista a Mar Pedroche

Escrito por  Mar Pedroche
Mar Pedroche

Soy Mar Pedroche, valenciana de nacimiento, pero con sangre manchega. Actualmente, trabajo como Tech Lead en Axazure, liderando un equipazo que tiene la paciencia de aguantar todas mis locuras.

En 2022 fui reconocida como MVP en Business Applications, y hoy en día sigo en esa línea, destacando en las categorías de Power Automate y Power Apps.

Aunque no lo digo muy alto (no vaya a ser que me reclamen de vuelta en Modern Work...), también gestiono en la parte de IT una empresa familiar donde administro y optimizo la suite de Microsoft 365: desde la centralita en Teams y las Power Apps hasta la compra y configuración de equipos para nuevas incorporaciones. Y sí...también he pasado y crimpado cable para la nueva oficina.

Todo esto lo compagino con mi pasión por compartir conocimiento en la comunidad técnica. He desarrollado varias herramientas para XrmToolBox, escrito artículos, colaboro en el programa Power Up de Microsoft, participo como speaker y organizo eventos como el Bizz Summit.

Ahora, mi foco está en hacer que PowerUser365 gane visibilidad y en animar a más gente a participar en el blog.

¿Por qué y cómo empezaste en el mundo de la tecnología? Cuando tenía 4 años, mi hermano mayor tuvo su primer ordenador. En cuanto descubrí que se podía jugar con él, me puse manos a la obra para aprender a lanzar juegos en MS-DOS, como este:

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Eso derivó, inevitablemente, en Monkey Island. Crecí con ese juego, recuerdo perfectamente cómo había que meter varios disquetes para instalarlo, que no tenía audio y tenías que leer los subtítulos. Duelos de espadas con insultos absurdos, el Grog, un mono de 3 cabezas y un Stan que no paraba de hablar moviendo los brazos.

Mi pasión por los ordenadores nació de los videojuegos. Quería más potencia para jugar, así que, con 12 años, terminé montando mi propio PC por piezas. Una placa por aquí, la torre de este, la gráfica del otro, etc.

Sin embargo, no estudié informática, decidí estudiar Ingeniería Agronómica especializada en industria alimentaria (aunque me pasé más tiempo en la sala de 'los cables' de informática jugando que en mi propia escuela). Siempre me habían gustado muchas cosas, se me daban bien las ciencias y, en aquel entonces, la informática no era algo que se viera en los colegios demasiado, al menos en el mío.

Pero cuando llegué al mundo laboral, descubrí la informática aplicada a la gestión empresarial, y ahí decidí cambiar de rumbo. Aunque ya hacía algunas cosas en la empresa, mi objetivo era claro: quería ser consultora de tecnología.

Me lancé a aprender por mi cuenta, recopilando contenido de aquí y de allá, sobre todo generado por MVPs con los que ahora comparto espacio. Finalmente, una empresa me dio la oportunidad de demostrar lo que sabía y, varios años después, aquí estoy.

Sé lo que significa que te den una oportunidad cuando no tienes un título que lo respalde. Por eso, apuesto por perfiles como el mío y apoyo iniciativas como el programa Power Up de Microsoft. Y, por ahora, todos los 'reconvertidos' que conozco, como yo nos llamo, han resultado ser grandes profesionales.

¿Cuáles son tus principales actividades tecnológicas hoy en día?

Me considero un auténtico entrenador: mi labor es dirigir al equipo para lograr el éxito en cada proyecto en el que nos involucramos. Como buena jugadora, disfruto ganando, así que asumo el rol necesario para que brillemos juntos. Aunque mi papel más habitual es el de responsable técnico de la solución o arquitecto, no tengo problema en asumir otros roles si eso nos acerca a nuestros objetivos. En algunos proyectos, incluso he ejercido como Project Manager o me he puesto a desarrollar como cualquier otro miembro del equipo.

Más allá de los proyectos, me motiva ver crecer a mi equipo. Me gusta retarlos para que avancen en sus carreras y guiarlos en el camino de la tecnología, especialmente en el ámbito de Dynamics 365 CRM y Power Platform. Además, fomento el aprendizaje continuo y el intercambio de conocimiento para que todos podamos evolucionar juntos.

Curiosamente, hace unos años ni siquiera me planteaba liderar un equipo. Siempre pensé que gestionar personas sería complicado y que el rol de Team Leader no me aportaría gran cosa. Pero la realidad ha sido muy distinta: he aprendido muchísimo en áreas en las que aún tengo camino por recorrer. Lo mejor de todo es que cada persona de mi equipo tiene algo valioso que enseñarme, y por eso valoro enormemente el feedback constante.

Soy una apasionada de los retos y siempre busco nuevos estímulos. Me encanta llevar las soluciones al límite. Soy de las optimistas que siempre piensa: "Seguro que se puede hacer", y no paro hasta dar con la solución. Si no, que se lo digan a mis amigos Custom Connectors, a los que ya les he metido directivas, código, trazas, nuevos parámetros de conexión... Vamos, que, si queréis hacer algo realmente raro o casi imposible, ya sabéis a quién contactar.

Y si hablamos de mi faceta organizadora de eventos, podéis llamarme Señor Lobo y contarme cuál es el problema. Lo cierto es que se me da bien encontrar recursos y soluciones rápidas.

¿Cuáles son tus principales actividades NO tecnológicas hoy en día? ¿Cuáles son tus hobbies?

Últimamente, me estoy enfocando en el autocuidado: haciendo deporte, comiendo sano y, por supuesto, disfrutando de una buena comida con amigos. Soy una auténtica turista de restaurantes, me encanta descubrir y probar sitios nuevos.

Por otro lado, los videojuegos siguen siendo una parte importante de mi tiempo libre. Últimamente, he retomado League of Legends en mi rol de Support o troll, y, por supuesto, también le dedico horas al Fortnite. Tengo la suerte de compartir este hobby con familia y amigos, lo que hace las partidas aún más divertidas.

Otra de mis grandes pasiones son los animales. De hecho, si hubiese un diploma universitario de Animal Lover, lo tendría con honores. Soy la orgullosa madre de tres gatones bien grandes:

  • Maya, la mayor y uno de mis grandes amores, siempre esperando a que termine de trabajar para compartir un rato conmigo en el sofá.

  • Loki, el más trasto y simpático de todos. Si algo se rompe en casa, hay un 100% de probabilidades de que haya sido él.

  • Frey, el más vago, peludito y cariñoso. Es tan esponjoso que pasar por la peluquería es casi una misión en sí misma.

Además, me apasionan las escape rooms. He terminado encerrada en jaulas, esposada, con grilletes... pero con un alto porcentaje de éxito. Me encantan las que incluyen mecanismos, porque se me da bien descubrir cómo funcionan y qué necesito para resolverlos. Por eso mismo, también disfruto los juegos de caja secreta, donde el desafío es descifrar los acertijos para abrirlas.

¿Cuál es tu visión de futuro en la tecnología en los próximos años?

Estamos viviendo una nueva revolución: la era de la inteligencia artificial. Esta tecnología cambiará por completo nuestro paradigma de trabajo, donde pasaremos de interactuar con aplicaciones y pantallas a comunicarnos con nuevos elementos o agentes inteligentes.

Desde el punto de vista del desarrollo, herramientas como GitHub Copilot ya están marcando la diferencia. Personalmente, lo utilizo con frecuencia y me parece increíble lo mucho que acelera y optimiza el código. Creo que todo desarrollador debería incorporarlo a su flujo de trabajo. Eso sí, es como aprender cálculo: primero hay que entender los fundamentos antes de usar la calculadora. Con la IA ocurre lo mismo; es fundamental tener una base sólida para utilizarla con criterio.

La manera en la que aprendemos también está evolucionando. Recuerdo a un compañero que solía decir: "Nosotros no somos desarrolladores, somos googleadores", haciendo referencia a nuestra habilidad para buscar información en Internet. Ahora, este concepto se transforma en "prompteadores": la clave será saber cómo formular las peticiones a la IA para obtener respuestas útiles y precisas.

Y aquí entra en juego otro factor clave: la calidad de la información y los datos. La IA solo puede alimentarse de la información a la que tiene acceso. Si esos datos son erróneos o incompletos, las respuestas que genere difícilmente serán satisfactorias. Por eso, si queremos que realmente funcione bien, debemos asegurarnos de que la información que le proporcionamos sea precisa y de calidad.

Por otro lado, la seguridad de la información y las famosas DLPs (Data Loss Prevention) adquieren una importancia aún mayor. Muchas empresas carecen de políticas de seguridad adecuadas, y aunque algunos usuarios tienen más acceso del que deberían, hasta ahora esto no era un problema porque no sabían cómo aprovecharlo. Pero con la IA, esa barrera desaparece. Ahora, cualquiera podrá acceder a información sensible simplemente formulando las preguntas adecuadas. Por eso, reforzar las políticas de seguridad de los datos es más crítico que nunca.

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